Reincidentes

lunes, 1 de octubre de 2012

Veintitrés vueltas desesperadas y un poema devastador



Voy a limpiarme de mí
sacarme la muerte de los labios.
Vomitaré metáforas crueles   
desde el fondo de mi ferocidad.
Me sostendré de la memoria maquillada
y despediré la puta hipoteca
sobre este muerto papel en blanco.
Voy a lavarme los miedos
con los sucios dedos de la inconciencia.
Acomodaré el vacío a la izquierda
como si yo fuera un holograma de mí
y vos, una repetición de ella.
Voy a lamer la suela de mis poemas
para ver si todavía andás por ahí.
Voy a llenarte de hormigas las venas,
abrazar tu angustia
y lanzarnos al otro lado de vos.
Voy a morder el tumor de la no vida
y escupirlo en el rostro de aquel Dios de cotillón.
Voy a escribir un poema.