Reincidentes

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Veintitrés vueltas desesperadas y un poema devastador


Veintitrés vueltas desesperadas y un poema devastador

Voy a limpiarme de mí
sacarme la muerte de los labios.
Vomitar dos o tres metáforas crueles
desde el fondo de mi ferocidad.
Sostenerme
de un par de recuerdos engalanados
y despedir la puta hipoteca
sobre ese cuerpo de hoja muerta.
Voy a llenarte de hormigas las venas,
abrazar tu angustia
y lanzarte al otro lado de vos.
Desintoxicar tu día, morder el tumor
de la no vida
y escupirlo en el rostro de aquel Dios de cotillón.
Voy a escribir un poema.

18/11/09

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Había poesía en su mirada

Idea, no podrás ayudarme esta noche.
Ya no.
En el revés de su ida
veo al mundo derrumbarse
sobre el jardín de Safo.
Ya no hay caricias en su voz
ni en sus ojos guarida.
No hay rincones que me sostengan
en este vacío que me entierra
su adiós
ni resquicios en donde se filtre
la esperanza que consuele.
Tenías razón Macedonio:
nada quedó sin doler.
Había poesía en su mirada
y ahora habitan atragantadas palabras sin decir
revueltas en la garganta del verso.
Había poesía en su mirada
y sólo queda adherida
a la suela de los recuerdos
las esquirlas de un amor que nunca fue pisado.

4/11/2009